Diana Bobadilla, licenciada en comunicaciones, docente en cursos de liderazgo y gerente general en la empresa: Tesis Coach, apasionada por aprender y creer que uno puede alcanzar sus metas más grandes aún en los momentos más difíciles, nos comparte sobre la importancia de la feminidad al recordar el Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo.
En el tejido del liderazgo y la formación de personas, la feminidad desempeña un papel crucial. En un mundo empresarial y educativo en constante evolución, es esencial reconocer y celebrar el impacto positivo que las cualidades asociadas con la feminidad pueden tener en la dinámica de liderazgo y en la creación de comunidades sólidas y prósperas. En este Día Internacional de la Mujer, es un momento propicio para reflexionar sobre cómo la feminidad puede enriquecer y fortalecer tanto el entorno laboral como el ámbito educativo, así como su influencia en el tejido social y familiar.
Como gerente con una trayectoria en cargos directivos en marketing y ventas especialmente en el rubro educativo, he tenido la oportunidad de presenciar de primera mano el impacto que la feminidad puede tener en el liderazgo, generando resultados transformadores. La empatía, la colaboración, la compasión y la capacidad de escucha activa son cualidades que, aunque no son exclusivas de las mujeres, tienden a asociarse más con el sexo femenino y que son fundamentales en el desarrollo de un liderazgo efectivo y humano.
La empatía, por ejemplo, es un rasgo clave que define el liderazgo femenino y que tiene un impacto significativo en la forma en que se establecen relaciones dentro de un equipo y una organización. La capacidad de comprender y conectar con las emociones y experiencias de los demás promueve un ambiente de trabajo más colaborativo y empático, lo que a su vez contribuye a la cohesión del equipo y al aumento de la moral y la productividad.
Asimismo, la colaboración es un elemento fundamental en la formación de comunidades sólidas y prósperas. Los líderes que adoptan un enfoque colaborativo valoran las contribuciones de todos los miembros del equipo y fomentan un ambiente en el que se promueve el intercambio de ideas y la resolución conjunta de problemas.
En el ámbito educativo, la presencia de mujeres líderes es especialmente importante para inspirar y motivar a las nuevas generaciones. Las niñas y jóvenes necesitan modelos a seguir que demuestren que no hay límites para lo que pueden lograr, ya sea en el aula, en el laboratorio o en cualquier otro ámbito de la vida. Que uno puede vivir plenamente su feminidad, sin excluir su maternidad, ni rasgos que la diferencian del sexo opuesto.
Sin embargo, el impacto de la feminidad va más allá del ámbito laboral y educativo y se extiende al tejido social y familiar. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la construcción y el mantenimiento de comunidades fuertes y solidarias. Desde el cuidado de la familia hasta el apoyo a los vecinos y la participación en actividades comunitarias, las mujeres son los pilares de muchas comunidades y su influencia se extiende mucho más allá.
En el ámbito familiar, la presencia y el ejemplo de mujeres fuertes son cruciales para el desarrollo de niños y niñas seguros de sí mismos, que se sepan amados y sean capaces de alcanzar su máximo potencial. Las madres, hermanas, abuelas y tías desempeñan un papel vital en la transmisión de valores como la empatía, la compasión y la resiliencia, que son fundamentales para construir relaciones saludables y enfrentar los desafíos de la vida.
En conclusión, que las mujeres puedan ejercer su liderazgo en la educación y la sociedad en general, sin perder su feminidad, es esencial para hacer de este mundo un mejor lugar, donde cada mujer pueda abrazar su esencia y pueda vivirla, generando un impacto positivo que ilumine la vida de otros en los diferentes ámbitos en los que se desempeñe. En este día Internacional de la Mujer, celebremos este papel fundamental que tienen las mujeres y que gracias a su feminidad puedan expandirse para lograr e impactar, cada vez, a más vidas.
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