Las actividades complementarias en la escuela

Por Edistio Camere, director de Antesala.

Alejandro Jodorowsky cuenta que un padre de familia comentó a un amigo suyo: -Tengo un problema con mi hijo: "Me trajo las notas del colegio, una calificación buena en dibujo y una pésima en matemáticas". -¿Qué harás? replicó el amigo. - "Sin duda alguna, le contrataré un profesor de matemáticas para que le dicte clases particulares. -"Necio, ponlo mejor a estudiar dibujo con profesor particular. Hizo una corta pausa y añadió con fuerza: iTodos servimos para algo, pero no todos servimos para lo mismo!". Efectivamente, el crecimiento de un niño no se reduce a satisfacer los retos que plantea el sistema académico de una escuela. También es cierto lo contrario, es decir, dedicarse exclusivamente a las actividades complementarias reduce en mucho sus posibilidades de desarrollo. Si bien es cierto que ambas influyen en el progreso armónico de un joven, me gustaría ahondar en el beneficio de las actividades complementarias para un escolar.

Un primer aspecto lo señala Harris, Tom (1997) en su libro "Si Aristóteles dirigiera la empresa", si bien lo contextualiza a nivel de gerentes y organizaciones empresariales, creo que conviene perfectamente a la escuela: "Tratamos a las personas sólo a nivel intelectual y esperamos que la persona entera apoye nuestra causa (...) Si tratamos a personas completas tenemos que intentar hacer todo lo que podamos para proporcionarles algo de lo que necesitan en todas las esferas de su experiencia". En este sentido, las oportunidades que abren las actividades extracurriculares, aunque prefiero llamarlas complementarias porque pueden también llevarse a cabo durante la jornada escolar, son variadas y significativas de cara a toda la persona del alumno. Pienso en el deporte, las artes, los voluntariados, la lectura, los juegos de mesa, los clubes de debate y, un gran etcétera que no solamente permite a los alumnos el disfrute, también la adquisición de habilidades y virtudes anejas y, sobre todo, a descubrir regiones personales en las que puede destacar. Este descubrimiento que refuerza la identidad y seguridad personales, sirve de motivación para encarar con mejor disposición sus deberes como estudiante. Finalmente, cara a la plenitud de la vida, habremos de decir que muchas de las actividades emprendidas en la escuela, quedan como patrimonio de la madurez y del crecimiento personal. La música, el arte, el voluntariado, la lectura, etc., con el paso del tiempo, no se extingue, al contrario, se siguen disfrutando.