La relación docente - alumno: Una mirada desde la realidad adolescente
- Antesala Educación
- 15 may 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 16 may 2024
Frids Gonzales, docente del Ć”rea de Ciencias Sociales en el curso de Desarrollo Personal CiudadanĆa y CĆvica, nos comenta sobre la importancia de revalorizar la perspectiva del adolescente hacia el docente, como una oportunidad para mejorar la relación entre ambos y cumplir con los objetivos de todo educador.

Cualquier docente de Educación BĆ”sica Regular entiende con claridad que la relación con los estudiantes es fundamental en su desarrollo integral, teniendo como puntos clave el apoyo y la orientación, donde los docentes desempeƱamos un papel crucial como mentores y guĆas, brindando apoyo emocional, acadĆ©mico y personal a los estudiantes, ayudĆ”ndolos a enfrentar desafĆos y a desarrollar habilidades para la vida.Ā
En ese sentido, Rivas ,L. (2023) habla de transformar la educación hacia la búsqueda del reconocimiento del otro para comprender e indagar las formas de alteridad u otredad presentes en la relación docente - estudiante, con el objetivo de mejorar la calidad de la interacción en el Ômbito educativo y promover una relación mÔs empÔtica, respetuosa y comprensiva entre docentes y estudiantes. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿CuÔn positiva es nuestra interacción con nuestros estudiantes? ¿Qué hacer con aquellos estudiantes con los que nos cuesta conectar por diversos motivos? ¿Qué es lo que piensan ellos de nosotros? ¿Cómo aplicar el principio de alteridad y lograr que ellos lo hagan también?
La alteridad esĀ la capacidad de ponerse en el lugar del otro, comprender sus perspectivas, necesidades y emociones, y establecer una relación basada en la empatĆa y el respeto mutuo.Ā En el Ć”mbito educativo, la alteridad se relaciona con la capacidad de los docentes y estudiantes de reconocer la diversidad, valorar las diferencias individuales y promover un ambiente de inclusión y comprensión en el proceso de enseƱanza-aprendizaje.Ā Dicho esto: ĀæQuĆ© es lo que debemos comprender de los adolescentes difĆciles? y ĀæQuĆ© es lo que ellos deben comprender de nosotros?.
Cada adolescente es una entidad llena de cambios fĆsicos, cognitivos, emocionales y sobre todo sociales. Obledo, H. (2021) pone Ć©nfasis en lo fundamental de conocer a los adolescentes en la prĆ”ctica docente porque permite comprender sus necesidades, intereses, cambios emocionales y psicológicos propios de esta etapa de desarrollo.Ā Al conocer a los adolescentes, los docentes pueden adaptar sus estrategias de enseƱanza, establecer una comunicación efectiva, fomentar un ambiente de confianza y empatĆa, y promover un aprendizaje significativo.Ā AdemĆ”s, al comprender la adolescencia, los docentes pueden identificar factores individuales, familiares y sociales que influyen en el proceso educativo de los estudiantes, lo que les proporciona herramientas para mejorar su labor en el aula. Conocer a los adolescentes tambiĆ©n ayuda a evitar la estandarización en la evaluación y a personalizar el proceso de enseƱanza, reconociendo las diferencias y particularidades de cada alumno.
Nuestra mirada adulta de esta relación suele ser vertical, aunque con la empatĆa que caracteriza a nuestra labor. Sin embargo, ĀæQuĆ© hay de lo que entiende un adolescente sobre la relación con sus profesores?Ā En esta bĆŗsqueda, Maza, (2014) presenta algunos de los retos que enfrenta la educación en una sociedad posmoderna en la educación superior, realidad que no difiere mucho con la situación de la EBR en el PerĆŗ, sobre todo en el ciclo VII; ademĆ”s de algunas de las presiones y crisis que enfrentan los estudiantes; presenta tambiĆ©n el juicio de valor que hacen los estudiantes sobre sus profesores y algunas propuestas para fortalecer la comunicación entre ellos.
Desde este enfoque presentamos algunas de las situaciones en las que un adolescente navega antes, durante y despuƩs de entrar a un aula en nuestra sociedad son:
El consumismo y la bĆŗsqueda de sĆmbolos de estatus.
La subestimación del conocimiento y las habilidades profesionales.
La escasez de tiempo y atención debido a la sobreexposición a estĆmulos visuales y auditivos.
El incremento de la participación laboral femenina fuera del hogar (teniendo en cuenta el importante rol de la madre en la sociedad peruana)
El crecimiento de las familias monoparentales y la incidencia de la violencia domĆ©stica.Ā
La brecha generacional y la falta de comunicación interpersonal con sus padres.Ā
Las limitaciones económicas.
En este contexto, es que los maestros recibimos a diario a los adolescentes en las aulas. Cabe preguntarnos. ĀæCuĆ”l de estas experiencias podemos abordar viendo en retrospectivaĀ nuestra propia etapa como adolescentes? ĀæCómo nos hubiera gustado que nos reciban, traten y eduquen desde aquella realidad? ĀæSomos el tipo de maestro, que nos hubiera gustado tener? y ĀæQuĆ© tan lejos estamos de serlo?. En lo personal, como estudiante esperĆ© apoyo emocional y la comprensión en momentos difĆciles, dedicación y tiempo, ejemplo de seriedad y respeto, la motivación para la lectura, la investigación y el respeto por el campo de estudio, asĆ como la transmisión de valores y anĆ”lisis de la realidad que van mĆ”s allĆ” del simple conocimiento acadĆ©mico. No intento decir que mi experiencia educativa secundaria ha sido un desastre, sino mĆ”s bien intento ponerme en los zapatos de aquel que yo mismo veo entrar por la puerta del aula a diario.
Considero que nuestro deber como educadores es abordar nuestra labor educativa, primero, desde nuestra realidad adolescente (con las diferencias generacionales del caso) para poder entender de alguna manera las actitudes y emociones de quienes estĆ”n frente a nosotros, esperando un error o una palabra de aliento, de quienes claman en silencio atención o buscan desarrollar su potencial oculto, de quienes nos ven como ejemplo a seguir o como figura repetida de su experiencia en casa; y segundo, desde nuestra realidad adulta donde hoy mĆ”s que nunca nos hace falta replantear nuestra praxis basĆ”ndonos en las preguntas expuestas lĆneas arriba y sobre todoĀ realizar nuestra labor, desde una mirada reflexiva, curiosa y expectante: desde una mirada adolescente.
Sobre el autor:
Frids Gonzales Rimachi es licenciado en educación por la UNMSM, docente de secundaria del Ć”rea de Ciencias Sociales en el curso de Desarrollo Personal CiudadanĆa y CĆvica en el colegio Nuestra SeƱora del Carmen-Carmelitas y traductor y revisor de artĆculos de la revista cientĆfica MUJERES Y POLĆTICAS PĆBLICAS del Instituto de Investigación de la Mujer de la URP . Estudiante de maestrĆa en Docencia y Gestión Universitaria en la UTP, con diplomados en Historia Universal en la UDP, y MetodologĆa de la EnseƱanza de las Ciencias Sociales en la Universidad SLG de Ica. Certificación Internacional de suficiencia del idioma inglĆ©s en el nivel C1 del CEFR yĀ Educador Certificado de Google Nivel 2.