Alrededor del 25 de mayo, día especial para recordar el valor de la Educación Inicial en el desarrollo de las personas, Claudia Schiappa-Pietra, educadora con especialidad en Gestión de Calidad Educativa, Orientación y Conciliación Familiar, Coach Educativa y Acreditadora Internacional de Calidad Educativa, nos comenta sobre el significado de este nivel y los desafíos a los que se debe responder después de la pandemia del covid-19.
La educación preescolar de calidad es fundamental pues ésta sienta las bases necesarias para un futuro académico y personal exitoso.
Después de la crisis generada por la pandemia del año 2019, hubo un descenso de 7 957 niños no matriculados en el ciclo II de educación inicial (3 a 5 años), es decir una baja de 9.7% del total de estudiantes y que ascendía a 1 718 209 niños matriculados en el ciclo II de dicho nivel, ello según las estadísticas de la página Escale del MINEDU. Al 2022, después de la pandemia, se matricularon 1 726 166 niños, por lo que vemos cómo es que lentamente y después de la caída originada por ésta, se viene recuperando el número de niños matriculados en el ciclo II de educación inicial (3-5 años).
Estas son cifras alentadoras porque ello implica que no se pone en duda la importancia de los primeros años en el desarrollo de la persona y de sus potencialidades. Los educadores, neuroeducadores, psiquiatras, psicólogos y padres de familia, reiteran la importancia de la estimulación en esta etapa porque es durante los cinco primeros años en que se sientan las bases de todo desarrollo posterior de la persona. Un bebe o un niño requiere de todo el cuidado y cariño que podamos darle para favorecer su proceso de maduración buscando que crezca en un ambiente cálido, acogedor y consistente, tanto en el hogar como en la escuela y que le permita un desarrollo físico y emocional, fortaleciendo el vínculo con sus figuras de apego y permitiéndole así lograr mayor bienestar para que mañana más tarde, sea una persona sana, feliz y vital.
Es en ese sentido, que el centro preescolar es de gran importancia al ser el primer espacio en el cual el niño se queda solo, sin sus padres y por ciertos periodos cortos. Para que se dé el proceso de separación, este ha de ser un espacio amable, seguro y confiable. Tengamos en cuenta que el desarrollo socioemocional de los niños cobra gran importancia en estos primeros años y el desconocimiento de ello, así como el de su proceso de desarrollo, puede llegar a ser perjudicial en toda su mejora posterior sea el caso que no se le proporcione la atención oportuna y requerida. La familia, en esta etapa, tiene un rol fundamental en el desarrollo integral de los niños puesto que las interacciones que los adultos establezcan con ellos, constituirán las bases sólidas que se prolongarán hasta la adultez, impactando en el desarrollo emocional, lingüístico, cognitivo y social. El compromiso de los padres de familia en la educación de sus hijos es vital.
Sabemos que los niños que asisten a centros preescolares de calidad, en el momento oportuno, adquieren hábitos y habilidades que les permitirán desenvolverse con mayor seguridad en la etapa primaria, tales como: autonomía en sus actividades habituales, desarrollo de capacidades afectivas, empezando por el auto concepto y la valoración de sí mismo de la cual surge la autoestima. Empatía, es decir, el conocimiento de los sentimientos de otros aprendiendo a desarrollar afectos para con sus compañeros, pautas de convivencia y de relación social como es aprender a interactuar con sus maestras y pares, desarrollar la tolerancia hacia la neurodiversidad, hacer turnos para jugar o para hablar, rutinas de actividades. Habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión, es decir, no solo el lenguaje oral sino también el corporal, gestual y artístico a través de los dibujos, adquisición de habilidades lógico matemáticas como son las nociones de número y cantidad.Habilidades motoras, imprescindibles para un desarrollo físico adecuado. Creatividad e iniciativa, habilidades cada vez más requeridas en el mundo actual y que se adquieren con mayor facilidad desde la niñez.
Para obtener unos niveles educativos adecuados y sostenibles, por tanto, hay que centrarse en una educación preescolar de calidad. Existen estudios que indican que aquellos niños que tienen una correcta educación en esta etapa, tienen un mejor desarrollo lingüístico, mejores habilidades escolares y una autoestima más fuerte.
Uno de los problemas que aqueja a la población infantil es la anemia, pues es un factor relevante en esta etapa y que dificulta un adecuado nivel de aprendizaje. La anemia es un grave problema de salud pública que afecta a niños y niñas peruanos de escasos recursos. Según el portal del diario El Comercio, en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar realizada por el Instituto Nacional de Informática y Estadística (INEI), se nos informa que esta cifra supera a las registradas al 2019, En dicho año se ubicó un 40.1% de niños y niñas afectados con anemia mientras que al 2021 la cifra fue de 38,8 % . En el 2022 el 42.4% de los niños y niñas entre seis y 36 meses fueron afectados por este mal, siendo Puno, Ucayali, Loreto y Madre de Dios las regiones que tienen más del 60% de niños y niñas con anemia infantil. El porcentaje en Lima, Callao, Ica, Tacna y Moquegua es inferior al 35%. La desnutrición crónica afectó al 11,7% de la población menor a cinco años en el año 2022, un 0,2% superior a la registrada en el 2021, ello se debe a factores como el aumento de la pobreza y por consecuencia a la falta de recursos para tener una adecuada alimentación y la que debe contener un consumo mínimo de nutrientes tales como hierro, zinc y calcio. La anemia infantil puede tener efectos en la salud física y mental en los niños y como bien se ha mencionado incide directamente en el aprendizaje de los niños y en consecuencia habrá una disminución de la calidad de vida de su población.
Otro de los problemas que afecta la matrícula escolar en educación inicial es la infraestructura inadecuada y lo que origina que los padres no encuentren un entorno propicio para dejar a sus niños, así como la falta de docentes capacitados. Existe una brecha considerable en la formación y capacitación docente entre áreas rurales y urbanas. Las desigualdades se reflejan también en la disponibilidad de recursos educativos.
La educación inicial es un derecho inalienable que tiene la misión de fomentar la formación integral de quienes serán el futuro de la sociedad y es por ello que requiere toda la atención de nuestras autoridades.
Fuentes: Plataforma Escale (MINEDU)
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