Sarko Medina Hinojosa, Docente de Cuento y Redacción Literaria en la Universidad Católica San Pablo y Presidente de la Red de Escritores Arequipa, nos comparte su interesante perspectiva sobre la importancia de fomentar la creatividad en nuestros alumnos.
Los resultados de la prueba PISA han dejado al descubierto una preocupante realidad: el Perú se encuentra rezagado en términos de creatividad entre sus estudiantes. Según el informe PISA 2022, el Perú se ubicó en el puesto 65 de 81 países evaluados en la prueba de pensamiento creativo, con un puntaje de 370, muy por debajo del promedio de la OCDE de 527 puntos (OECD, 2023). Este dato no solo es alarmante por sí mismo, sino que plantea serias interrogantes sobre el futuro de nuestro país en un mundo cada vez más demandante de innovación y pensamiento original.
La creatividad no es un lujo, sino una habilidad fundamental para el siglo XXI. El Foro Económico Mundial ha identificado la creatividad como una de las diez habilidades más importantes para el futuro del trabajo (World Economic Forum, 2020). En una era dominada por la inteligencia artificial y la automatización, la capacidad de pensar de manera divergente y encontrar soluciones innovadoras será lo que distinga al talento humano. Sin embargo, nuestro sistema educativo parece estar fallando en nutrir estas habilidades cruciales.
El Dr. Ken Robinson, experto internacional en educación y creatividad, argumenta que "los sistemas educativos actuales fueron diseñados y concebidos para una época diferente. Fueron concebidos en la cultura intelectual de la Ilustración y en las circunstancias económicas de la Revolución Industrial" (Robinson, 2006). Esta observación es particularmente relevante para el Perú, donde el modelo educativo tradicional sigue prevaleciendo en muchas instituciones.
Es hora de replantearnos radicalmente nuestro enfoque educativo. Necesitamos alejarnos de un modelo basado en la memorización y la repetición, para abrazar uno que fomente el pensamiento crítico, la experimentación y la resolución creativa de problemas. Esto implica no solo cambios en el currículo, sino en la formación docente y en la cultura escolar en su conjunto, apoyado por una política fuerte y decidida a seguir un propio rumbo, no modelos que privilegian ideologías que solo experimentan con nuestros niños.
Debemos aplicar principios a la educación, que creen espacios donde los estudiantes se sientan libres de explorar, equivocarse y aprender de sus errores, los mismos docentes deben abrir estos espacios, comprendiendo que la carga puede ser abultada para cumplir el currículum, pero, ¿acaso no somos docentes justo para crear nuevas maneras de enseñar?
La interdisciplinariedad, las artes y el juego deben ser integrados de manera más efectiva en el proceso de aprendizaje. Un estudio publicado en la revista "Education Sciences" demostró que la integración de las artes en el currículo escolar puede mejorar significativamente las habilidades de pensamiento creativo de los estudiantes (Hardiman et al., 2019). Asimismo, es crucial fomentar la curiosidad y el cuestionamiento, en lugar de la obediencia ciega a la autoridad.
El desafío es enorme, pero las consecuencias de no actuar serían devastadoras. Un Perú sin creatividad es un Perú sin futuro. Según un informe del Banco Mundial, los países que no invierten en el desarrollo de habilidades del siglo XXI, incluida la creatividad, corren el riesgo de quedarse atrás en términos de crecimiento económico y competitividad global (World Bank, 2019).
Es responsabilidad de todos: educadores, padres, políticos y sociedad civil, el trabajar juntos para revertir esta tendencia y cultivar la chispa creativa en cada estudiante peruano. El Ministerio de Educación del Perú ha reconocido la importancia de fomentar la creatividad en su Currículo Nacional de Educación Básica, pero la implementación efectiva de estas políticas sigue siendo un desafío (MINEDU, 2016) aún más con un grupo de perniciosos docentes que quiere impedir este tipo de actividades beneficiosas con el fin de impulsar una agenda política, de servilismo hacia teorías que no van con nuestra propia identidad.
Solo a través de un esfuerzo concertado y sostenido podremos aspirar a un país verdaderamente innovador y competitivo en el escenario global. Como dijo el reconocido educador brasileño Paulo Freire, "La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo" (Freire, 1970). Es hora de que el Perú abrace este cambio y libere el potencial creativo de su juventud.
Sobre el autor:
Sarko Medina Hinojosa, Director de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Arequipa, Presidente de la Red de Escritores Arequipa, Profesor de Cuento y Redacción Literaria en la Universidad Católica San Pablo. Autor de 11 libros en físico y digital, destacando: "El Color de la Música", "El Ekeko y los deseos imposibles", “La Calle está Dura” y “Arquitectura de una lágrima”. Ganador del fondo concursable de la Municipalidad Provincial de Arequipa para publicar su libro “Toque de queda en la Ciudad Fósil”. Finalista concurso de cuento, Revista El Búho, 2019. Su cuento “Redecorter”, aparece en "Más allá de lo real. Antología del cuento fantástico peruano del siglo XXI", a cargo de Elton Honores. Su microcuento “Microleyenda” fue animado en un proyecto de la Universidad Estatal de Michigan, a cargo de Rocio Qespi, 2023. Articulista y promotor cultural con constantes espacios de difusión.
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