Por Guadalupe Valdez
El Perú ha registrado 110 casos de feminicidio en lo que va del 2023, así como 100.000 casos de violencia familiar atendidos en los Centros de Emergencia Mujer, informó la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables Nancy Tolentino, a mediados del mes de septiembre de este año (1). Estas cifras nos muestran claramente la necesidad e importancia de abordar la violencia desde una edad temprana. Una de las formas más efectivas para hacerlo comienza en las aulas de nuestro colegio. Educar a nuestros niños desde el amor, puede ser una estrategia poderosa para combatir la violencia, especialmente en el marco del "Día de la no violencia contra la mujer" el 25 de noviembre.
Educar a los alumnos desde el amor implica crear un ambiente de respeto, apoyo y empatía en el hogar y el colegio. Los niños que crecen en un hogar afectuoso y seguro están mejor preparados para desarrollar relaciones sanas y prevenir la violencia en su vida futura. Si los padres se aman y ven en el hijo la culminación de su entrega, lo educarán en el amor y para amar.
Corresponde a los padres, en primerísimo lugar, educar la afectividad de sus hijos. Para lograrlo es necesario que sean facilitadores y promuevan que ellos mismo se conozcan y que sientan, de un modo proporcionado, la realidad que ha despertado su sensibilidad. "Se trata de ayudarlos a superar, a trascender aquel afecto hasta ver en su justa medida la causa que lo ha provocado" (2), y lograr que sean niños serenos. Un entorno afectuoso y seguro, tanto en el hogar como en la escuela, puede contribuir a prevenir la violencia en la sociedad.
Los colegios pueden implementar diversas estrategias para educar desde el amor y prevenir la violencia. Esto incluye el fomento de habilidades sociales y emocionales: “En definitiva, la educación de las emociones trata de fomentar en los hijos un corazón grande, capaz de amar de verdad a Dios y a los hombres, capaz de sentir las preocupaciones de los que nos rodean, saber perdonar y comprender: sacrificarse, con Jesucristo, por las almas todas”. (3) (4) Además, se necesitará implementar talleres de resolución de conflictos y promover ciertos modelos a seguir, tales como:
1. Comunicación efectiva que fomente un diálogo abierto y honesto, una escucha activa para comprender las preocupaciones de todas las partes, evitar las interrupciones y tratar de evitar los malentendidos.
2. Empatía para comprender los sentimientos y perspectivas de los demás, reconociendo sus emociones y demostrando compasión.
3. Negociación que busque soluciones de compromiso y satisfagan las necesidades de todas las partes, identificando puntos en común y áreas de acuerdo.
4. Mediación para involucrar a un tercero imparcial y así facilitar la comunicación y la resolución (es el mediador quien ayuda a las partes a llegar a acuerdos mutuos).
5. Enfocarse en los intereses y no en las posiciones..
Por lo tanto, es de vital necesidad la colaboración entre la escuela y las familias en la educación de los niños, ya que pueden apoyar la prevención de la violencia en el hogar y reforzar lo que se enseña en la escuela.
En un mundo en el que la violencia sigue siendo un desafío, la educación desde el amor y la prevención de la violencia desde las aulas son estrategias efectivas. Los docentes, al implementar una cultura de respeto, igualdad y paz, estamos dando pasos concretos hacia un futuro más seguro y equitativo para todos.
Referencias:
(1) Programa Nacional para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres e integrantes del grupo familiar – Aurora. https://www.mimp.gob.pe/contigo/contenidos/pncontigo-articulos.php?co-digo=3947
(2) MJ.Martín.
(3) J. Verdiá.
(4) J. Balaguer.
Presentación personal:
Licenciada en Educación, Magister en Asesoramiento Educativo Familiar y Directora de Actividades en el Colegio Del Pilar (Arequipa). Además, es experta en Desarrollo Armónico de la Identidad Personal, presidente de la Asociación Promujer y Derechos Humanos, y presidente de la CORVIDA. Está casada y es madre de dos hijos adolescentes.
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