La educación desde una visión integral

Entrevista a Rafael del Río Labarthe, líder educativo y director del colegio San Ignacio de Recalde.

¿Cuál es su concepción sobre la educación?

Para mí la educación es lograr la mejor versión del estudiante. Eso no es tan fácil porque tienes que tener recursos. Yo tengo una mirada integral de la persona, tal como lo explica Víctor García Hoz en la Educación Centrada en la Persona. Él menciona que hay que desarrollar todas las inteligencias o dimensiones de desarrollo.

En un colegio tú necesitas, en la parte emocional, psicólogos. El colegio en donde actualmente trabajo, San Ignacio de Recalde, hay 18 psicólogos. Gracias a ellos se advierten los problemas psicológicos a tiempo para que, con la familia, se pueda hacer un plan de acción y resolverlos. ¿Qué sucede cuando no se abordan los problemas en el colegio? Pues pasa lo que me ocurrió cuando enseñaba en la universidad. Me encontré con chicos mayores que no tenían habilidades blandas, no sabían trabajar en equipo o no tenían fortaleza.

En la dimensión intelectual tenemos el Bachillerato Internacional (IB), el programa Primary Years Programme (PYP) y ellos nos auditan constantemente evaluando una serie de estándares que tienen diversos países desarrollados. Se promueve un trabajo colaborativo y transdisciplinario. Para mí la exigencia académica es importante. Hay que llegar al nivel superior al pensamiento superior y eso implica unos procedimientos de estructura de aprendizaje que tienen que ser muy amables pero exigentes.

En la dimensión social, tenemos un tutor por aula. Los estudiantes están en constante observación para remediar problemas sociales a tiempo. Si desde ahora abordamos a los chicos emocional y socialmente, vamos formando a un adulto que va a ser competitivo en la sociedad, porque va a tener recursos emocionales.

En la dimensión física tenemos un problema con la alimentación. Creo que hay que inculcar una educación física saludable, que no tiene que ver solamente con el ejercicio físico sino con lo que los chicos comen. Considero que los estudiantes deben tener un deporte y un arte. A veces a los chicos no les gusta ningún deporte, pero muchos van al gimnasio. No hay que pensar que siempre tiene que ser una disciplina deportiva.

También tenemos que formar a los estudiantes espiritualmente. Hay que trabajar mucho los valores desde la tutoría o las virtudes desde la religión. Hay papás que optan por exonerar a sus hijos de religión, pero entonces ¿cómo formo a ese niño si no puedo hacerlo desde las virtudes teologales? Tengo que poner mucho esfuerzo en la tutoría. Es necesario que las clases expositivas estén acompañadas de talleres para que el chico pueda practicar la generosidad, la amabilidad, la solidaridad y el respeto.

En este sentido, creo que las redes sociales no están ayudando mucho en lo que a fortaleza y resiliencia se refiere. Según Marian Rojas Estapé, una psiquiatra española muy buena, las redes sociales están hechas para ser adictivas. Hay mucho contenido nocivo y mucha información de personas que aparentan tener un buen liderazgo, pero su nivel de argumentación es muy flojo. No digo que las redes sociales sean malas, pero no necesariamente los niños y los menores de edad están preparados para todo este contenido abundante.

¿Y cuál es mi mirada como educador? En base a estas dimensiones que hemos hablado, tienes que tener los medios. No es tan fácil. Tienes 8 horas al día durante 13 años para lograr la mejor versión de ese niño. ¿Cómo lograrlo? Tienes que tener dos cosas: los medios para cada dimensión y el máximo esfuerzo. Entonces si la familia y el colegio unen esfuerzos para sacar la mejor versión de ese niño habremos cumplido con la tarea.

Pero ahí viene el tema: ¿qué colegios tienen profesores de primer nivel, psicólogos, un sacerdote joven y cercano para los chicos? ¿Qué colegio tiene espacios para que se desarrollen física e intelectualmente? No estoy pensando tanto en el sector privado, porque muchos colegios lo tienen resuelto y tienen la oportunidad de formar estos líderes. Pero, ¿qué porcentaje de la educación del Perú estaríamos hablando? Entonces sí, creo que ahí hay una brecha en el tema educativo.

Ahora los chicos llegan a la universidad y su rendimiento académico baja porque ya no está el profesor controlándolos. ¿Cómo educar eso desde el colegio?

Eso es interesante. Creo que es necesario tener una relación familia-colegio muy fuerte. En la escuela de padres se debe ir por delante. Se debe tener una muy buena expositora que explique todos los riesgos en las redes sociales, sin maquillarlos. Pero claro, hoy en día un niño de octavo o noveno es hijo de la pandemia, allí es mucho más difícil.

Entonces, ¿qué toca? Hasta cierto punto, lidiar con los adolescentes que han estado toda la pandemia metidos en las redes sociales y que les jala muchísimo todos estos contenidos que no necesariamente son buenos. Con los más pequeños sí puedes hacer una escuela de padres y decir todo lo que se viene.

Cuando menciona sobre el desarrollo de todas las dimensiones, no puedo dejar de pensar en la gestión educativa, porque es necesaria la capacidad de gestión para poder abarcar la integridad de la persona.

Mira una alumna brillante intelectualmente, pero quebrada emocionalmente o que no tenga actividades sociales no va a funcionar, no va a ser exitosa, por eso es esencial la integridad.

Ahora, cuando me dices gestión directiva sí, gracias a Dios estudié administración en una buena universidad. ¿Qué pasa en la dirección general? Eres el que mira desde arriba todo. Trabajar como director exige una serie de habilidades directivas que no se circunscribe al hecho de haber estudiado educación.

Entonces, ¿qué le recomendaría a los directores? Que se metan en cursos de gestión. El director general de un colegio es un gestor capaz de resolver problemas a nivel educativo sí, pero a nivel administrativo también. Hoy día más que un director académico, podemos hablar de un gerente educativo que tiene que ver todas las áreas del colegio.

Lo que quiero resaltar es que así como le estamos pidiendo al estudiante que se esfuerce por ser mejor en todas sus inteligencias, el primero que tiene que esforzarse por dar el ejemplo es el director, también los profesores. Entonces tienes que tener muy motivada a tu plana docente para que cada día los chicos puedan ver un líder y no un maestro solamente. Yo no hablaría de profesores, ya hay que hablar de educadores. Hay que entender la formación integral del estudiante basada en la formación integral del educador

Hay un tema que siempre dice el señor Cámere “entre los líderes, la integridad es lo que marca la diferencia”, porque yo puedo ser un líder, pero soy corrupto o no soy sincero. Es necesario procurar ser buenas personas y ser referentes para los demás.

Finalmente, ¿Qué mensaje daría a los directores y docentes?

Que apuesten por formar buenas personas. Si tú tienes un profesor de matemáticas muy bueno, pero que no es una buena persona, no lo vas a cambiar. Si yo tengo un profesor que no es tan bueno en matemáticas, yo lo puedo capacitar. Yo animaría a los directivos a que, en su selección de personal, se aseguren de que las personas sean íntegras, quieran ser mejores personas y vivan las virtudes básicas.

Le diría a los directores que se capaciten, innoven y tengan una mirada antropológica educativa. Sobre todo, que vayan por delante. No deben esperar que los problemas revienten en el colegio, si no que tengan un programa anual con posibles contingencias y medios para resolverlas. Es importante trabajar mucho con la familia y estar siempre al servicio.