Edson Correa, Gerente General de Más Futuro, Ingeniero Mecatrónico e investigador social dedicado al rubro educativo y a la realidad nacional, nos cuenta cómo Más Futuro busca contribuir con el desarrollo sostenible en Perú, canalizando los esfuerzos de responsabilidad social de la empresa privada en la formación de personas a través del sistema educativo público.
Una buena oportunidad educativa
Soy originario de una comunidad campesina cercana a la zona de influencia de un proyecto minero, conozco de primera mano las complejidades que enfrenta una comunidad en términos educativos y sociales. He sido testigo de cómo en estas comunidades, surgen diversas empresas, cuyo desarrollo a menudo genera descontento en la población local.
Hace varios años llegué a Lima para estudiar en el Colegio Mayor Secundario Presidente del Perú, experiencia que definitivamente me dio una perspectiva diferente. Una buena oportunidad educativa no solo te cambia la vida a ti, también se la cambia a tu familia. Mi familia ahora radica en Lima y tenemos una serie de iniciativas familiares en las que trabajamos con entusiasmo.
Ingresé a Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Durante gran parte de mi carrera me enfoqué en la Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial aplicadas a las problemáticas reales del país. Más tarde, trabajé en el PAD – Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, colaborando con los directores de la escuela y algunos centros de investigación centrados en la realidad nacional.
En ese esfuerzo, se generaron relaciones de confianza muy simpáticas con diferentes directivos que significan para mí un apoyo fundamental en los proyectos de colaboración que tengo y tenemos desde “Más Futuro”.
Lo que comparto con ustedes sobre mí, tiene el espíritu de evidenciar lo que una buena oportunidad educativa puede hacer por las personas. La buena educación, saca lo mejor de todos.
El rol de la Educación en el tejido social
El filósofo romano Séneca, menciona que “la suerte es el encuentro de la preparación con la oportunidad”. Usualmente, nos enfocamos en fortalecer la preparación, pero también es importante encontrar las oportunidades y trabajar para que éstas se den. Parte del reto educativo en el país, es hacer presente la esperanza en que las cosas buenas pueden suceder. Todos podemos colaborar, incluso sin pertenecer directamente al sector educativo, simplemente siendo buenas personas.
Una buena persona, en consecuencia, procurará ser también un buen padre de familia, buen profesional, buen directivo, buen empresario, pero el punto de partida está en ser buena persona. Eso también es Más Futuro.
Una buena persona es, entre muchas otras cosas, alguien con valores arraigados. Los valores son los criterios que tenemos a la hora de tomar decisiones. Si yo no tengo claro cuáles son mis valores, lo más probable es que mis decisiones vayan a ser erradas. Por eso, es que desde distintos espacios y con todos los actores, podemos articular esfuerzos y enfocarnos en que las personas tengan buena formación.
Responsables y beneficiarios de la buena Educación
Que todos los actores sociales o “stakeholders” se involucren en la promoción de la calidad educativa, significa también asumir responsabilidad. Esto se dará en medida que se comprenda que todos intervenimos en la formación de las personas, por lo que somos responsables todos. Necesitamos buenas personas en cada espacio de la sociedad.
Los actores son varios: empresa privada, funcionarios públicos, padres de familia, comunidad educativa, etc. Porque la manera de trabajar de manera coordinada y colaborativa va a hacer que cada frente piense en generar bienestar a lo que se tiene en común, como es el distrito en el que se encuentran, la comunidad, etc. En vez de trabajar de manera aislada, podemos involucrar a todos los actores sociales por un mismo fin.
Las decisiones de cada uno influyen en el otro. Por eso es importante que la sociedad se organice por un bien común.
La esperanza de la Educación
Pienso que dedicarse a la educación es uno de los trabajos más nobles que existe.
Incluso en un escenario “desesperanzador”, tiene más sentido ser educador porque es un rol que representa esperanza, tanto para los estudiantes, como para los padres de familia y para toda la comunidad. Su propósito principal es generar bienestar social, es un servicio a todos. Es un trabajo extraordinario.
A mí me gusta soñar, todo lo que he vivido hasta hoy ha sido impulsado por sueños. Y así, hay muchos chicos en el interior del país, incluso en las ciudades, que habitan en realidades complejas donde las oportunidades educativas son limitadas y encontrarse con una, cambia radicalmente incluso su perspectiva de vida. Sueñan con lograr sus metas y generar bienestar para su familia, buscan una oportunidad educativa que puede venir de una empresa, una institución o un profesor.
En la experiencia “Más Futuro”, constantemente estamos monitoreando los avances de los chicos y les abrimos más oportunidades académicas integrales, financieras, aprendizaje de idiomas, etc. Hay muchos talentos que están esperando el buen trabajo de un educador, el involucramiento de alguna institución o una empresa que apueste por ellos. No como algo transaccional o donativo, sino apostando realmente por la formación y los sueños de muchos.
Sobre Más Futuro
Más Futuro es una organización que está poniendo lo cimientos de una manera diferente en la construcción de relaciones entre empresas y sus zonas de influencia. Cada empresa que apuesta por Más Futuro es parte de la formación de toda una comunidad educativa (directivos, docentes, estudiantes y padres de familia).
Intervenimos en tres áreas importantes. Dos como herramientas básicas: Matemática y Comunicación, porque si leo y comprendo lo que leo, tengo un punto ganado en la vida; la tercera es Tutoría, trabajada de manera transversal, con una propuesta basada en valores.
Los chicos cuentan con el acompañamiento del material pedagógico, la formación de su tutor, las experiencias de otros, jornadas de integración familiar, etc. Todo se trabaja a lo largo de los 5 años que dura el nivel secundario. Desde Más Futuro, apostamos por esta intervención que al final, termina generando un verdadero cambio cultural en la comunidad educativa. Ya tuvimos varios casos de éxito, en los que, además de fortalecer la comunidad educativa, estas se convirtieron en epicentro de buenas prácticas alrededor de todo el distrito.
Despertar el interés de las empresas en el Perú para apostar por la educación
Más futuro ataca la raíz de muchos problemas sociales que vivimos. Cerca del 85% de peruanos ha identificado como causa de problemas sociales, la delincuencia y la corrupción y estos no son más que síntomas de la ausencia de práctica de valores.
Apostamos por 5 años de intervención. Sabemos que para las empresas es complejo pensar en contribuir en un solo programa durante todo ese tiempo, pero en conversaciones muy cuidadosas y extensas, procuramos demostrar el beneficio de apostar por la educación, que además responde a las necesidades de cada una de las localidades a las que llegamos.
Empezamos por los colegios y desde los colegios, también llegamos a las familias, pues son parte importante de la comunidad educativa. Trabajamos en el propósito de vida, que orientará a los beneficiarios a descubrir cómo pueden colaborar con su comunidad educativa y su localidad para que siga creciendo y luego halle camino en el tiempo.
Muchas de las empresas ya son conscientes de la necesidad de acción en el área educativa, pero pienso que Más Futuro les da una oportunidad diferente sobre la forma en cómo colaborar desde el sector, en resolver parte de las causas reales de problemas que vivimos.
Más Futuro tiene 10 años de experiencia y no me cabe duda que serán muchos años más que las empresas se involucren. Es un reto y para asumirlo, cada persona es valiosa. Todos pueden contribuir con el desarrollo del país.
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