Sin confianza esto no funciona

Rodrigo Pinedo, subdirector de secundaria del Colegio Santa Margarita nos habla sobre liderazgo estudiantil.

Rodrigo Pinedo, antropólogo de profesión, con una maestría en Teorías y Gestión Educativa y actual subdirector de secundaria del Colegio Santa Margarita, nos comenta sobre el liderazgo estudiantil. Aquí te dejamos la interesante entrevista que tuvimos con él.

Y para ti, ¿qué es el liderazgo?

Cada vez que defino el liderazgo tomo las palabras del Señor Edistio Cámere: “el líder es aquella persona que con sus acciones logra que los demás se encaminen hacia la excelencia”. Eso es lo básico para definir al líder, porque no lo podemos definir de manera individual, sino en su interrelación con los demás. Una interrelación positiva que aterrice en cómo esas personas mejoran, porque todos somos seres no perfectos, sino perfectibles. Entonces el líder facilita con sus acciones y decisiones ese camino hacia la perfectibilidad.

¿Por qué es importante impulsar el liderazgo desde la etapa escolar?

Porque es en la escuela donde tenemos a los chicos totalmente dispuestos para aprender. Es clarísimo que haríamos mal si solamente nos enfocamos en objetivos académicos en la etapa escolar. Ese es el “core” del colegio, evidentemente, pero no es el “core” de la persona.

La persona es mucho más que las notas y los conocimientos concretos, ya que tiene una multiplicidad de dimensiones, no sólo la intelectual, sino también la física, la espiritual y la emocional. Si consideramos que la persona es esto, entonces la tarea educativa tiene que ir en esa línea. Por lo tanto, el colegio tiene que brindar espacios que promuevan este crecimiento. Esto es el liderazgo, se basa en el servicio.

En el liderazgo la palabra “confíar” es importante. ¿Por qué es importante que los alumnos sientan que sus maestros confían en ellos?

Para hablar de formar líderes tenemos que considerar que se quedaría en una idea muy romántica el decir solo con palabras: “acá los chicos van a salir líderes”. La pregunta es “¿cómo?”. En el Colegio Santa Margarita ese “cómo” lo tenemos súper claro y es mediante la participación. Nosotros brindamos el espacio a los alumnos para que participen, entonces se les delega ciertas responsabilidades que tiene el colegio en distintos frentes. Por lo tanto, el delegar esa responsabilidad es una muestra de confianza que se tiene hacia los alumnos.

No estamos todo el día diciéndoles a los chicos: “Mira, confío en ti”. No, es una delegación de responsabilidad que se basa en una confianza tácita que los chicos la reciben y la trabajan de manera muy adecuada. Sin esa confianza esto no funciona. A veces un poco difícil porque, no sólo los profesores, sino en general los adultos con nuestra intención de que todo salga bien, podríamos cubrir la responsabilidad que se les había encomendado. Pero no, ahí está la confianza, sabemos que no todo va a salir bien y no todo tiene porqué salir excelentemente bien. Siempre van a haber cosas por mejorar, incluso eso también es formativo.

Claro, y está ahí también ese tira y afloja. ¿Hasta qué punto delegar?

Es que durante todo el proceso vamos conociéndolos, porque este es un espacio para que los chicos se conozcan y vean por dónde dirigir su vida. Hemos tenido estudiantes que académicamente no son extraordinarios, pero en un aspecto de servicio destacan.

Recuerdo el caso de un alumno que era algo rebelde. A él se le encargó el programa “Hermano Mayor”, una iniciativa del colegio que promueve el servicio de los alumnos mayores hacia los menores. Se le confió eso sabiendo que él cojeaba por algunos lados, ¡y lo hizo estupendo! Esto le permitió potenciar otros aspectos académicos, porque finalmente en el colegio tienes que sacar buenas notas y estudiar. No puedes pasar al otro lado, si es que aún esto no lo tienes resuelto. Entonces, de esta forma se hace una sinergia en todos los frentes que tienen los chicos gracias a la participación como medio para formarlos como líderes.

Se me viene a la mente el Modelo Cenit, ¿me podría contar un poco la historia del Modelo Cenit y algunos logros que han alcanzado?

El Modelo Cenit tiene más de 20 años. Empezó por la mirada de un grupo de alumnos que venían de otra experiencia y quedaron con cierto sinsabor al descubrir algunas oportunidades de mejora en los encuentros estudiantiles. Nuevamente, se les dio el espacio para que ellos propongan una figura alternativa, una nueva propuesta de encuentros y así nació el Modelo Cenit. Primero se realizó entre colegios de Lima Metropolitana, luego fue creciendo y se tomó la decisión de volverlo internacional.

Se ha realizado desde hace más de 20 años y es un éxito. Es un encuentro que convoca a alumnos y profesores de distintos países en donde se mezclan temas de convivencia, integración, liderazgo, servicio, además de la naturaleza propia del tema que se propone en el año. Por lo tanto, es un espacio de crecimiento estupendo para todos los participantes.

Además, lo dialogado no queda en el aire, pues se elaboran materiales con las conclusiones del encuentro, tanto de los alumnos como de los profesores, y que, en la medida de lo posible, se tratan de poner en práctica. Una de las propuestas que se lanzó un año fue la de tener una Escuela de Líderes. Entonces ahora tenemos “Elíder” como un producto del Modelo Cenit.

Y como todas las cosas que son buenas tienden a expandirse, a partir del Modelo Cenit de alumnos apareció el Modelo Cenit de profesores. Ellos también querían un espacio para poder compartir. Asimismo, apareció la posibilidad de hacer intercambios entre colegios, tanto del país como de manera internacional, y así nació el programa “Aulas vivas”. Por otra parte, están los directores quienes son los que validan todas estas iniciativas y propuestas, entonces se generó el espacio de Cenit de directores. Entonces, el Modelo Cenit es un espacio que ha ido creciendo, que brinda un asesoramiento y un soporte tanto a estudiantes como docentes y directores, así que es algo que ilusiona bastante.

En la experiencia que has tenido acompañando a los participantes del Modelo Cenit, ¿consideras que has podido crecer y desarrollarte tanto en el ámbito profesional como humano?

Totalmente. Creo que una de las mejores cosas que tiene una persona que trabaja en un colegio es que el crecimiento no termina, pues tanto mayores como chicos aprendemos juntos. De todos estos años que he tenido la oportunidad de trabajar con estudiantes directamente y en espacios no curriculares he aprendido a conocerlos y a conocerme. He podido sacar adelante proyectos que en su momento dije “¿yo soy capaz de hacer esto?”. Y finalmente sí, pero no porque yo sea capaz, sino porque me di cuenta que trabajar en equipo, ya sea con alumnos o profesores, es valiosísimo.

Aprendemos mucho de los estudiantes, porque ellos son como unas esponjas, absorben todo y lo hacen suyo. Ese es otro de los beneficios que tiene el Modelo Cenit, que los protagonistas son los alumnos, el Modelo es de ellos. Ellos hacen suya esta experiencia y por lo tanto la mejoran, proponen, innovan… ¡Imagínate el beneficio que eso tiene para el profesor cara su desarrollo profesional! A veces los adultos vamos avanzando y creemos que hemos llegado a un límite. No, los chicos te motivan a seguir avanzando más allá y eso es tremendo.

¿Alguna anécdota memorable acompañando a los chicos en el Modelo Cenit?

La experiencia de acompañar por primera vez a una delegación a un Modelo Cenit regional. Este, al ser algo tan interesante y bueno, hubieron colegios que han querido replicarlo. Entonces, se abrió la posibilidad de que algunos colegios, mediante un convenio, puedan llevarlo a cabo.

Por lo tanto, nosotros ya no vamos solo como invitados, sino como co-organizadores. La primera oportunidad que tuve de acompañar a una delegación bajo este formato fue tremendo. Los chicos sentían que es distinto ir solamente como invitado a ir como parte de la organización. El empoderamiento que pude percibir en los chicos y trabajar en conjunto con chicos que recién conocían los potenció al máximo. Para mí esa fue la señal más clara de que esta es una de las actividades más valiosas que tenemos en el colegio.